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lunes, 15 de diciembre de 2014

DEJA CRECER A LOS OTROS

La semana pasada, en un tiempo de ocio, me dediqué a volver a ver la magnífica película “La Legión Invencible(She Wore a Yellow Ribbon)”, película de 1949 dirigida por John Ford.
Además de los valores cinematográficos, la película proporciona material para poder aprender  sobre la gestión y dirección de personas.

 Os llamo la atención en relación al siguiente diálogo, el cual se produce cuando el Capitán Natthan Britlles (John Wayne), a punto de jubilarse, retorna de una misión, con sentido de derrota, y  acompañado del que considera bisoño e inexperto teniente Pennell (Harry Carey Jr), habiendo tenido que dejar  atrás  con unos cuantos soldados “a modo de escudo que protege la retirada” al teniente Cohill (John Agar).

¾     Comandante del fuerte: yo creía que le tenía aprecio a Cohill, cada vez que Cohill daba una orden los demás se volvían y miraban hacia Vd., preguntándose si  la orden estaba bien dada; quiere destrozar al muchacho.

¾     Capitán: si Mac, pero..

¾     Comandante del fuerte: en cuanto a Pennell tiene que aprender a cruzar un rio bajo el fuego, igual que nosotros. Cohill tiene que correr sus riesgos igual que Vd. y yo Natthan, para eso nos pagan

¾     Capitán: si, creo que tiene razón Mac, con su permiso abandonaré el fuerte mañana

¾     Comandante del fuerte: permiso concedido

 ¿Qué lección podemos extraer del diálogo anterior? A mi juicio dos:

1.       Hay personas a las que apreciamos, queremos y consideramos preparadas.  Podemos tener subordinados sobre los que sentimos un gran aprecio (tenientes Cohill), pero no les dejamos crecer. Nuestro aprecio, tutela, supervisión  les asfixia, no les deja ser ellos mismos. Y en cuanto les vemos en una dificultad queremos correr a ayudarles  a auxiliarles. Error fatal. Deja que ellos mismos sepan resolver la situación. Esta es la única manera de aprender. Se aprende haciendo. Se aprende resolviendo dificultades. Si tenemos subordinados a los que consideramos preparados, dejemos entonces que resuelvan problemas y tomen decisiones por ellos mismos.

 Apartemos de una vez para siempre nuestro manto protector, dejemos que crezcan. Dejemos que ellos solos actúen y a su vez sean ejemplo para otros compañeros.


2.       Al tiempo puede haber personas, subordinados,  sobre las que no confiamos, las consideramos inexpertas (tenientes Pennell). Creemos que “todavía no son capaces de tomar decisiones, están verdes”. Por lo tanto no les encargamos ninguna tarea que implique alguna responsabilidad.

 Nuevamente un error importante. Todo subordinado debe crecer. Dejemos que se enfrente al problema, que él solo aprenda a resolver las dificultades. Alguna vez tiene que ser la primera.

 Una vez más se aprende haciendo, y en algún momento de la vida hay que asumir la responsabilidad de hacer solo, y a la vez que tu superior te deje acometer esa tarea. Esa es tu primera gran prueba.

 En resumen, es frecuente  “que nos pasemos” de protección. En unos casos por el hecho de temer que el otro se equivoque y nos va a doler, ya que le apreciamos, le consideramos preparado. Y en otras ocasiones por estimar que el otro todavía está verde y no es la hora de que vuele solo.

 Llega un momento en que el superior debe ponerse al lado y dejar paso a que otros asuman responsabilidades. Es la única forma de aprender y de crecer. ¿No os parece?

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