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lunes, 26 de enero de 2015

EL ÉXITO: ¿FÁCIL O DIFÍCIL DE ALCANZAR?

Empecemos diciendo que el éxito es algo subjetivo, si bien podríamos convenir que el éxito tiene mucho que ver con el camino que se recorre hacia un logro, una meta, aún cuando ese logro se nos resista o en ocasiones no se alcance. Por lo tanto el éxito hay que verlo como algo dinámico, el camino a recorrer, más que como algo estático, el punto de llegada.

 Aceptando ese principio podemos preguntarnos si el éxito es fácil o difícil de alcanzar. A juzgar por la cantidad de personas infelices (que no están contentas con su vida, con su familia, con su trabajo.etc), podríamos decir que el éxito es difícil de alcanzar. Nada más lejos de la realidad. El éxito es fácilmente alcanzable. Depende fundamentalmente de nosotros. Nuestra vida será lo que nosotros decidamos que sea.

 Si seguimos unas sencillas reglas, el éxito está al alcance de nuestra mano, más bien diríamos al alcance de nuestro esfuerzo. Veamos.


1.       En primer lugar hay que ser capaz de soñar y sonar fuerte y de forma ambiciosa. ¿Dónde te ves dentro de cinco años?  Sueña con ello, visualizado, hazlo tangible en tu mente. Crea una fuerza mental que te permita ver ese sueño. Ello actuará como percha y será capaz de generarte una fuerza interior, un compromiso, una promesa a ti mismo con ese sueño. Esta es la mayor motivación que existe. Obviamente el sueño tendrá unos objetivos, esos son los que debes perseguir con ahínco.

2.       Acto seguido diseña un plan para lograr ese sueño. Establece con claridad todos los peldaños que deberás recorrer para alcanzar ese sueño. El plan es tu mapa. No hay que seguirlo al pie de la letra, las circunstancias te pueden hacer dar un rodeo o encontrar una vía alternativa. Pero en cualquier caso e muy bueno tener un plan, un mapa de salida. Es tu salvoconducto al éxito, al logro de ese sueño, al alcance de los objetivos.

3.       En tercer lugar dedica mucho, muchísimo esfuerzo a poner en marcha ese plan. El esfuerzo es una semilla muy amarga pero da unos frutos muy buenos. Deberás igualmente dedicar mucho tiempo a conseguir ir cubriendo las etapas de tu mapa. No te rindas, persevera. Piensa que el “no” ya está ahí. Tú debes luchar por conseguir el si. Dentro del esfuerzo está todo el tiempo que deberás dedicar a cultivar las relaciones. Los otros son magníficos eslabones y postes de gasolina en el mapa. Sin ellos es posible que consigas el sueño. Nadie consigue su sueño.

4.       Perseverar. No contentarte con un no por respuesta o con un fracaso. Te levantas y lo vuelves a intentar. Solo la insistencia y la constancia, igual que el martillo golpeando la roca, hará que avances en tu mapa hacia tu sueño y objetivos.

 Y ya está. Estas son las sencillas reglas que deberás seguir. Si quieres comprenderlas mejor te aconsejo el visionado de dos películas excelentes en este sentido “En busca de la felicidad” y “Burt Munro”. Incluso de este último podrás ver video reales en YouTube.

¡ Ah! y cuando consigas el sueño  no te pares. Vete a por otro. Recuerda que el éxito no es una meta es un camino.

Entonces porque tanta gente es infeliz y está desesperada y descontenta con su situación. Posiblemente por tres razones que seguramente viajan juntas:

1.       Han perdido la capacidad de soñar. Ya no tienen sueños o nunca los tuvieron. Se dejaron llevar por el agua del río y han ido a parar a un mar lleno de olas gigantes

2.       No tienen la suficiente fuerza de voluntad. Son débiles y hasta perezosos. Todo les parece imposible. Lo mejor es aceptar lo que venga. Y claro lo que viene  no siempre es bueno.

3.       Son incapaces de establecer un mapa. Lo ven muy complicado y tiran inmediatamente la toalla. Prefieren que todo se lo den hecho. Y claro, ya se sabe, las comidas precocinadas están rápido pero son indigestas

Bueno, querido amigo, reflexiona seriamente, el éxito está ahí, lo tienes delante de ti. Solo tienes que desear cogerlo.

lunes, 19 de enero de 2015

DOS DÍAS Y UNA NOCHE



Acabo de asistir a la proyección de la película Dos Días y Una Noche (Jean-Pierre Dardenne, Luc Dardenne, 2014) y la verdad es que  me ha defraudado un poco, no por lo valores cinematográficos, que los tiene, sino por el tratamiento de la realidad empresarial. Creo que el cine europeo, cuando trata los temas de actualidad social o empresarial, sigue abusando de un cierto maniqueísmo, los malos y los buenos. Aquí se nos induce a ver a la empresa como “la mala” de la película. Un jefe tiene que tomar una decisión, despedir a una empleada (Sandra) o que los empleados de la sección renuncien a su paga extra a fin de mantenerla en el puesto. Para ello propone que sean los 14 empleados los que voten: despido y paga extra si o despido no y paga extra no.
A lo largo de la película asistimos al esfuerzo de Sara por convencer a los empleados de su sección para “renuncien” a su paga a cambio de que ella siga en el puesto. ¿Qué podemos aprender de esta película, desde la óptica de gestión de empresas? 

  1.    ¿Es correcta la actuación de la empresa? Para mí sí. El superior tiene que tomar una decisión. Se ha dado cuenta que en ausencia de Sara (tuvo una baja por depresión) el trabajo se hacía igual, por lo tanto con menos personal. Un criterio de optimización de la gestión determina que se deben reajustar los recursos.
  2. ¿Podía haber tomado el jefe la decisión? Si, por supuesto. Pero opta por implicar al grupo en la decisión. Eso se llama asumir responsabilidades por parte de los empleados. Los empleados deben entender que hay decisiones “duras”, despedir a una persona lo es. Para entender estos hechos que mejor acción que implicarse en ellos 
  3.    El comportamiento individual del colectivo humano. Algunos trabajadores optan por no implicarse en la decisión. No desean adoptar una postura de “si” ni “no”, prefieren escudarse en los otros. Preguntándole cosas a Sandra cuando va verlos del tenor de ¿cuántos han decidido que te quedes? O a mi me gustaría que te quedarás ojala salga que “sí” pero yo votaré “no
  4.  La fortaleza de Sandra. La fuerza de lucha ante la adversidad. Sandra no se derrumba ante su situación y la vemos luchar constantemente, hablando con cada uno de los trabajadores y luchando para que cambien su voto en su favor.
  5. El comportamiento ético de Sandra al final. Ante la votación final de empate entre “si” y “no”, el jefe opta por despedirla y mantener la paga extra al resto. Pero le comunica que a los dos meses la volverá a contratar ya que no renovará el contrato temporal de uno de los trabajados del equipo. Sandra que tiene la certeza de que el que será despedido, ocupando ella su puesto, es uno de los que ha votado a su favor, opta por no aceptar esta oferta. Mantiene un comportamiento ético y de corresponsabilidad.

Las empresas no son ni buenas ni malas y sus jefes tampoco, en la mayoría de los casos. Hay que tomar muchas decisiones en una empresa y algunas son verdaderamente desagradables. Es bueno y conveniente que los empleados se impliquen en estas decisiones y vayan aprendiendo a ejercer responsabilidades y no solo a obedecer. 

Lamento que la película haya dejado un trasfondo de que la empresa es la malvada y encima busca el enfrentamiento entre los empleados. Además pierde una ocasión magnifica de mostrar “que tú, empleado” eres el responsable de tu vida y de tu proyecto. Que dos sueldos pequeños en casa, con miembros con baja formación y empleos con perfil altamente sustituibles, pueden llevarte a que te encuentres en situaciones críticas en la vida. El cine también debe ser un instrumento para educar sobre eso e ilustrar que es importante gestionar tu vida. No solo focalizarte en tener un empleo, casa, coche y niños. Creo sinceramente que un cineasta norteamericano no le hubiera dado el enfoque que le han dado estos dos cineastas europeos. El siglo XXI no es tan maniqueo (buenos y malos) como el siglo XX. Es el siglo de la responsabilidad individual y la capacidad de proyección personal.

lunes, 12 de enero de 2015

CAMBIA TUS CREENCIAS, CAMBIARÁ TU VIDA

Las creencias son la particular opinión o visión que las personas tienen sobre aspectos o hechos de la vida, tales como el trabajo, el dinero, la familia, la seguridad, la raza, la religión..etc. De forma habitual las creencias no tienen una base científica, demostrable, como por ejemplo si bebes mucha agua adelgazas o si dejas de enviar este mensaje a 10 personas causaras una serie de perjuicios o si comes pan engordas. Más bien son formas de pensar que surgen de una masa de gente, no se sabe muy bien como y se transmiten de persona a persona y de generación en generación. El caldo de cultivo de las creencias que están en tu mente surge en la familia, en los amigos, en el entorno de la escuela o en el entorno del trabajo. De esta forma tu mente va captando “opiniones” sobre elementos de la vida y se las va creyendo, las toma como verdades, cuando realmente no lo son. Lo grave de las creencias es que condición nuestra vida. Nuestros actos, nuestras acciones y decisiones están totalmente condicionados por las creencias. Estas nos atan o determinan nuestra forma de actuar. Por ejemplo tal vez a ti te gustaría apuntarte a una organización ciudadana, pero en tu entorno siempre has oído “no te metas en líos, vivirás mejor”. Ese mensaje ha ido calando en tu mente y al final tú dejas de apuntarte a una organización ciudadana por esa creencia de la que eres portador.

Hay infinidad de creencias que conviene revisar, en todos los campos, pero especialmente en el mundo del trabajo. El entorno del trabajo hacia el cual tus creencias te llevan ha dejado de existir hace algún tiempo. En la sociedad de la información y conocimiento el principal valor es la persona y su talento. La creencias que te han trasmitido son las de la sociedad industrial y los paradigmas de la vida hace tiempo que se extinguieron. Así, por ejemplo

·         Encuentra un trabajo es más seguro. Falso. Ha dejado de serlo. Un trabajo asalariado ya no te garantiza ninguna seguridad

·         Estudia y busca un trabajo. Falso. El hecho de tener estudios no te garantiza el acceso a un trabajo. Hay muchos como tú. Te deberás plantear que de diferente ofreces, además de los estudios, que son muy necesarios

·         El trabajo es lo primero. Falso. La pasión es lo primero. Pon pasión en hacer algo y tendrás posiblemente éxito

·         El salario te da estabilidad. Falso. Hoy en día el salario es variable, y por desgracia tiende a la baja. Es mejor que pienses en facturación

·         Búscate un buen trabajo. Falso. No hay buenos trabajos, hay buenos profesionales que consiguen aplicar su talento a cosas que les apasionan

·         El colegio y la universidad garantizan una preparación. Falso. No garantizan la preparación necesaria para el siglo XXI, siguen estando configurados para producir clónicos para la era industrial. Deberás conformar tu propio programa de conocimiento, especializado pero interrelacionado

·         No hables de dinero. Falso. Es muy necesario hablar de dinero y tener una cultura financiera si no quieres cometer graves errores. Además el dinero será el colchón que te permitirá realizar tus sueños profesionales

·         Si estudias esto seguro que encuentras trabajo. Falso. Piensa cuál es tu talento y aplica conocimientos en mejorarlo. No hay estudios mejores que otros, hay personas mejores que otras

lunes, 5 de enero de 2015

UN NUEVO AÑO PROPÓSITOS VIEJOS

Se inicia un año más y mucha gente hace acopio de propósitos, normalmente de propósitos viejos que todos los años se repiten y nunca se llevan a cabo (debo dejar de fumar, tengo que ir al gimnasio, debo aprender inglés..). ¿Por qué ocurre esto? Puede haber varias razones, veamos algunas:

1.       Es una tradición y como tal la repito, eso sí sin ningún convencimiento.

2.       Simplemente hago una propuesta pero no tengo la voluntad y la firmeza para llevarla a cabo

3.       He realizado muchos propósitos y la verdad no sé por dónde empezar

Como tantas cosas en la vida y fijarse propósitos, metas, cosas que llevar a cabo, es una más, no tiene porque tener fecha fija. Todos los primeros de año me tengo que proponer algo, unas metas. Eso es una solemne estupidez.
Cualquier momento de la vida es bueno para establecerse metas. Eso sí, con plena consciencia de lo que haces. Eres tú, insisto, en cualquier momento, el que debe tomar conciencia de: ¿debo cambiar algo? ¿debo mejorar en algo? ¿debo estable alguna meta u objetivo nuevo? Y en conciencia y conscientemente elegir. Y sobre todo elegir sobre la base de que vas a tener la fuerza de voluntad, la motivación suficiente a fin de llevar a cabo ese nuevo propósito. Lo vital, lo importante es analizarte a ti mismo de forma sincera y poner en marcha tus propios mecanismos de motivación y fuerza de voluntad.
Así que tira a la basura tus “viejos”-“nuevos propósitos” olvida el ritual de emitirlos todos los primeros días del año que empieza y pon en marcha tu capacidad de análisis interior para determinar “que quieres hacer”. Pocos objetivos (2-3), eso sí retadores. Y sobre todo actúa sobre tu motivación interna. Ese sencillo procedimiento será el que te hará exclamar en algún momento ¡he conseguido mi propósito! Recuerda cualquier día del año es bueno para empezar.