Translate

domingo, 26 de abril de 2015

EN QUE CUADRANTE TE SITÚAS: TU POSICIÓN RESPECTO AL TRABAJO MARCA TU VIDA



Reflexiona sobre lo siguiente y sobre todo pregúntate en que cuadrante te encuentras tú. Podemos determinar cinco posiciones claras respecto al trabajo, en función de cómo contestemos a las variables: aceptas o amas tu trabajo y has elegido el trabajo que haces.
Según cuál sea nuestra posición respecto a cada una de las variables tendremos lo siguiente:

  • EL AMARGADO. Ni ha elegido su trabajo y mucho menos lo acepta o lo ama. No soporta el trabajo que hace, le asquea totalmente, tanto su trabajo como todo el entorno que lo rodea. Se nota en su forma de comportarse y en su semblante. Todo el día cejudo y mal encarado. Es él contra el mundo. Tampoco tiene la fuerza necesaria para platear marcharse. Se siente atrapado de por vida. Es de los que odia el lunes y ama el viernes, le llega el momento de poder hacer lo que quiere (fin de semana). Estos empleados generan un mal clima laboral 
  •   EL RESIGNADO. Ni ha elegido su trabajo y mucho menos lo ama o acepta. Pero tiene una postura diferente al anterior. Comprende que el trabajo es el medio de pagar facturas y acepta su situación como mal menor. Se ha acostumbrado a la situación y se ha acomodado. Tampoco hace nada por salir de ella. No intenta hacer realidad sus sueños. Está bien, resignado, con la situación laboral que le ha tocado. Es también de las personas que ama el viernes y odia los lunes. Suele coger el hábito de jugar a los juegos de aza (lotería, bono loto etc) con el fin de que la suerte le saque del pozo de indiferencia en el que se encuentra. Estos empleados pueden generar mal clima laboral 
Por desgracia, la mayoría de la población laboral se encuentra encuadrada entre los amargados y los resignados. Así es muy difícil, por no decir imposible que la motivación y la iniciativa reinen en los entornos laborales. Son el vivo ejemplo del empleado quemado.
  •  El INTEGRADO. No ha elegido su trabajo, pero lo acepta, hasta se puede decir que ha llegado a amarlo. Es aquel profesional que ha encontrado sentido en el trabajo que hace. Le ha sabido encontrar un efecto a lo que hace. Por ejemplo el trabajo de una telefonista puede ser anodino y aburrido, pero si la empleada toma conciencia que si no hiciera bien su trabajo se armaría un pequeño caos cada vez que alguien llamara o le pidieran una llamada, puede llegar a encontrar gratificación en el trabajo. Es buscar sentido de utilidad y practicidad a todo trabajo, que lo tiene. Esto al final acaba dando una sensación de cierta tranquilidad y hasta orgullo de aquello que haces, pe. el caso del barrendero que está orgulloso de que las calles que mantiene sean de las más limpias. Este tipo de trabajadores saben que su trabajo no es un ideal, pero le ponen dedicación, ilusión y hasta cierta pasión. Lo convierten en algo necesario para el conjunto. Estos empleados generan un buen clima laboral. Suelen ver el lunes y el viernes con normalidad, sin exceso de odio o deseo. Pueden contribuir a un buen clima laboral
  • EL ERRADO. Ha elegido su trabajo pero no lo ama. Son personas un tanto especiales o raras. Han tenido la capacidad de encontrar el trabajo  que verdaderamente deseaban, pero por alguna circunstancia (cambio de actividad, de jefe, de entorno.etc) se han desilusionado y se encuentran sin fuerzas para encontrar de nuevo sus sueños y hacerlos realidad y por lo tanto salir del pozo en el que esta. El trabajo ha perdido sentido para ellos, se está convirtiendo en un tormento. Pueden crear mal clima laboral y ver el viernes como una salvación. Deberían reunir fuerzas y volver a probar a encauzar sus sueños, tal como hicieron en su momento
  • EL PROTAGONISTA. Ha elegido su trabajo y hace lo que verdaderamente ama. Este tipo de persona es la que es realmente feliz en el desarrollo de su trabajo. HACE AQUELLO QUE AMA. Dedica el trabajo a su vocación lo que le permite desarrollar su talento. Son personas que han descubierto su talento y han sabido convertir el mismo en su trabajo. Le suelen dedicar muchas horas con gran dedicación, ilusión y entusiasmo. Son todo colaboración, dedicación y entusiasmo. De este perfil suele salir la innovación. Lo mejor que te puede pasar en la vida es que te toque un jefe de esta naturaleza. Para estos empleados el lunes es como una fiesta. Crean un muy buen clima laboral. Suelen tener éxito profesional y económico. Por desgracia este tipo de perfiles no es el que más abunda en la empresa. A las personas les cuesta descubrir su talento o les da miedo hacerlo y en especial les da mucho miedo y a buscar sus sueños.

Acabaré esta reflexión con un cuento ilustrativo: “En la edad media había tres hombres picando piedra en una cantera. Alguien se acerco a uno de ellos y le pregunto qué hacía. Éste, levanto la cara, cejuda y mal encarada le  espeto que picar piedra. Se dirigió a otro y le hizo la misma pregunta. Éste con una faz más normal le dijo  que estaba tallando una rana. Y por último le pregunto al tercero, quien con una sonrisa le contesto que construir catedrales”. Los tres hacían lo mismo, pero el tercero había encontrado el sentido de su trabajo, había desarrollado un orgullo hacia el mismo.
Recuerda, profesionalmente trata de hacer aquello que AMAS y sobre todo encuentra un sentido de utilidad global a tu trabajo, piensa que el mismo es útil para otros, así desarrollarás un sentido de pertenencia y orgullo.

domingo, 19 de abril de 2015

HAZTE VISIBLE, HAZ QUE TE ENCUENTREN



No sé si los alumnos que yo tengo en mi facultad son representativos de algo, pero si lo son entonces hay un problema importante en nuestra juventud. Me relacionaré con alrededor de unos 130 alumnos, este cuatrimestre, entre los diferentes cursos que llevo. Les hago a todos la misma pregunta. ¿Cuántos tienen un blog o están en Linkedin o Twitter o utilizan Youtube para darse a conocer? Responden como mucho unos 6 o 7. ¿Me pregunto en qué mundo viven? En cuanto escarbas un poco te das cuenta que las “creencias” inculcadas posiblemente en la familia, colegio y como no la  universidad, pesan mucho. Tienen a mi juicio, entre otros, dos graves problemas:

·         Uno, que siguen creyendo que viven en la sociedad industrial. Estudia y encontrarás trabajo. Esto ya no es cierto. Claro que hay que estudiar y formarse, principalmente en aquello en lo que consideras que eres bueno y te gusta. El problema está en que muchos no saben porque están en esa carrera. No comprenden que estudiar ya no es suficiente, es una variable de selección, pero no determinante.


  • Creen que al acabar o próximos a acabar con enviar un CV en papel se obrará el milagro. Pues no, el milagro ya no se obrará, los CV en papel ya no tienen ningún valor o al menos no lo tienen si quieres conseguir un trabajo que te permita un desarrollo profesional interesante y poder ganarte la vida aceptablemente. El CV en papel no dice nada de quien eres, como piensas, como te comportas. Para dejar esa huella es necesario darse a conocer. ¿Y cómo? Muy sencillo, en la sociedad de la información y el conocimiento es necesario que desde edad temprana, pongamos los 18 años, te empieces a dar a conocer, en lo profesional, en tus gustos y aficiones, y para ello tienes a tu alcance los medios tecnológicos actuales (los blogs, las redes sociales profesionales y YouTube)


Es necesario que vayas adquiriendo lo que se denomina “visibilidad” en esos medios. Si  tú has empezado a tener presencia en esos medios, digamos que hablando de la informática, que es lo que te gusta y estas cursando una carrera relacionada con la misma, cuando tienes 22 o 23 años y vas a terminar, tú ya has dejado una importante huella. Las empresas pueden rastrearte y “conocer esa huella”. Entonces es muy posible que “te busquen, te encuentren” y entres a colaborar, trabajar o participar en alguna de ellas.


  • ·         El otro problema es que no se consideran preparados ni capaces de nada. Les falta una enorme confianza en si mismos y una gran dosis de autoestima. No comprenden que ya llevan algún tiempo en la universidad, y algo habrán aprendido. Si eso coincide con sus gustos, aficiones, capacidades y a poco que se molesten a buscar conocimientos afines por Internet, se pueden convertir en pequeños “expertos” en temas que pueden ser novedosos para otros muchos, los cuales ni tienen esos conocimientos, ni se han molestado en buscarlos por la red. Ese saber, aún cuando sea pequeño, lo pueden explotar en las redes sociales profesionales, en su blog.


Es muy urgente abrir los ojos a nuestra juventud, arrancarles las creencias que les pesan como una losa y animarles desde muy temprano a que tomen conciencia de que una visibilidad en la red es imprescindible para abrirse camino profesionalmente en la actualidad.

Los tiempos actuales y los siguientes serán para aquellos que tengan la habilidad de generar una importante “visibilidad” en la red. Esa visibilidad les hace confiables y ambas cosas es lo que conducirá a esas personas a tener que buscar cada vez menos y a ser encontradas cada vez más

lunes, 13 de abril de 2015

TALENTO VERSUS LIDERAZGO O VICEVERSA



Creo que hay una cierta confusión entre talento y liderazgo. ¿Qué es el talento? ¿Y el liderazgo? ¿Todo los que tienen talento son líderes o viceversa?

Bien, tratemos la cuestión, aún cuando sea de una forma breve.

En su libro “Arqueología del Talento” Alberto Sanchez-Bayo acepta como definición del talento  la que da el diccionario de la lengua de Julio Casares. “Talento es el conjunto de dones naturales o sobrenaturales con que Dios enriquece a los hombres”.

Así, hay personas que nacen con “dones” musicales, artísticos, físicos, emocionales”. Pero esto en sí no es suficiente, digamos para alcanzar la excelencia o destacar. El talento necesita entrenamiento y perfección en sus “aspectos técnicos y de habilidad”. Así, un niño puede tener dotes dándole al balón, o musicales. Pero si no entrena, ejercita las técnicas correspondientes no llegara a destacar.

¿Y el liderazgo, qué es? Jaime Bonache y Angel Cabrera en su libro “Evidencias y perspectivas para el siglo XXI”    indican que  el “liderazgo se ha definido como un rasgo de la personalidad, una habilidad para inducir a la obediencia, el ejercicio de la influencia, una forma de persuasión, una relación de poder o simplemente una percepción de los subordinados”. 

Los líderes ejercen influencia sobre otros y sobre las situaciones. Los líderes tienen capacidad de mando y autoridad unido a una visión de cambio y transformación. Así, hay líderes políticos como J.F. Kennedy, o líderes de empresa como Emilio Botín, o simplemente profesores como Frack McCourt, o posiblemente al lado tuyo haya alguno.

Los líderes  parece que tienen un talento (un don innato), que es su capacidad de empuje y acción, unido a su particular visión sobre las situaciones o las personas. Los líderes a través de la acción ponen en juego ese talento.

Si atendemos a la definición aceptada de talento, deberíamos convenir que el líder lleva en sus genes “ese talento particular”. Otra cosa diferente es  cuando explota ese talento y por lo tanto se pone en juego su capacidad de liderazgo.

Al igual que el talento, el liderazgo requiere de unas técnicas para su desarrollo. Son esas técnicas las que se entrenan, pero hacer de un no líder un líder se me antoja algo dificultoso. 

¿Toda persona con talento es un  líder? Yo diría que no. Hay personas con mucho talento que se esconden, que quedan apagadas. Carecen de ese otro tipo de “talento” que confiere el liderazgo. El ejemplo que se me viene a la cabeza de forma inmediata  es la comparación entre Iniesta (jugador del F.C Barcelona) y Fernando Alonso. Ambos son talentos deportivos y han entrenado hasta la saciedad las habilidades correspondientes. Ambos destacan en sus deportes. Pero el primero no es un líder, no asume el mando del equipo, no reivindica situaciones, no aspira a transformar. Mientras que el segundo ejerce de líder allí donde va.

Otro ejemplo muy claro de que toda persona con talento no es un líder son los innumerables ejemplos de los “números uno” en clase. ¿Dónde están ahora esos niños o jóvenes, compañeros tuyos que sacaban magníficas notas en la escuela o sacaron la oposición con número 1? Tal vez en algún rincón oscuro de una oscura oficina. Tenían inteligencia y un talento para absorber saberes, pero les faltaba el talento para ponerlos en práctica, les faltaban los dones del líder.
Por otra parte los líderes tienen  talento. Yo creo rotundamente que sí. Las propias características que les confieren como líderes son el mismo talento en sí mismo. Los líderes posiblemente no son ni los más empollones, ni los número uno de su promoción, pero saben articular situaciones, promover cambios, entusiasmar a aquellos que están con ellos y sobre todo saben conseguir cosas, bien sea cambios en situaciones o en personas.

Bueno espero haberos aclarado un poco las cosas, o tal vez os las he complicado más. ¿Quién sabe? Ya me diréis