La
empresa desde mediados de los años 90 de la pasada década, en la que empezó el
proceso de transformación de la cadena de valor y externalización, ha dejado de
ser esa unidad singular monolítica, mononuclear en la que todos los procesos se
hacen dentro de la misma y todos los recursos le pertenecen. Se ha convertido
en una mezcla compleja de procesos críticos de su propiedad y cantidad elevada
de procesos externalizados que se coordinan y realizan mediante un vericueto
amplio de núcleos radiales relacionados, todo ello con el fin de estar cada vez
más presente en el mercado y atender a mercados globales con gustos diversos.
Este
enorme proceso de desmembración de la empresa para convertirla en estructuras más
planas y en un núcleo de redes sociales interconectadas, ha trastocado y lo
seguirá haciendo toda la realidad del trabajo tal como la hemos conocido en la
era industrial. Obviamente a ello hay que unir la creciente e imparable
robotización. Este proceso ya fue anticipado por Charles Handy en sus libros,
La edad de la sin razón (1993), La edad de la paradoja (1996) y El elefante y
la pulga (2000) en el que pone de relieve la creciente aparición de pulgas (knowmads
o mercenarios del conocimiento, como me gusta llamarlos)
Fruto
de este cambio profundo, podemos decir que hoy nos encontramos ante cuatro niveles
de trabajo, a saber:
Un trabajo fijo permanente asalariado. Suele ser un trabajo bien
remunerado, que se corresponde con un trabajo inteligente y que abarca ámbitos
directivos altos y medios. Son empleos de largo recorrido, en el que el
empleado puede desarrollar una carrera profesional, comprometiéndose con su
desarrollo y evolución. Puestos exigentes en conocimientos y habilidades de
relación, amen obviamente de idiomas. Son el motor de la organización y continuamente
están proponiendo proyectos e innovaciones
Trabajo técnico muy especializado. Es un trabajo estable, bien
remunerado y suele corresponderse a las diferentes especialidades ingenieriles
que puede haber en la empresa o alguna de gestión como las finanzas o el
marketing. Por ejemplo los ingenieros expertos en limpiar las impurezas de los
motores Rolls Royce de aviación, sin necesidad de desmontarlos. Estos trabajos
requieren de altísima experiencia y especialización y todavía no son
susceptibles de ser sustituidos por robots.
Trabajo inestable, temporal. Son trabajos mal pagados, que
la empres todavía asume hasta que sean robotizados o externalizados. No suelen
requerir una formación extensa y proporcionas salarios de subsistencia. Suelen
ocuparlos personas con baja formación o bien con alta formación pero que
carecen de idiomas, y de habilidades de relación social, al tiempo que poseen
poca iniciativa y nula capacidad de innovación.
Mercenarios del conocimiento (Knowmads, los trabajadores delfuturos, 2015) como me gusta llamarlos. Son profesionales muy cualificados, con
idiomas, altas habilidades sociales, múltiples conocimientos (informática, ingeniería,
economía, matemáticas..) y profundas redes de contactos, que deciden trabajar
desde el exterior de las empresas. Venden sus conocimientos al mejor postor y
al mejor proyecto. Esto profesionales suelen trabajar para empresas terceras a
través de proyectos que les encargan las empresas principales. Las empresas
están tendiendo a suprimir los departamentos de innovación o I+D y bajo la
forma de croudsourcing externalizar, encargar a este tipo de profesionales el
desarrollo de proyectos. Resulta más productivo y menos costoso. Al parecer se
maneja la cifra del 40% en torno a 2020 para este tipo de trabajo en las
empresas.
Por lo tanto
los trabajos estables, fijos permanentes, por unas razones u otras
(externalización, robotización) van desapareciendo y nacen nuevas figuras de
desempeño laboral, las de knowmads o
pulgas del sistema como ya anticipaba hace 20 años Charles Handy. En la actualidad
un empresa puede ser cada vez más pequeña en su interior siendo más grande en
su globalidad, gracias a todas las vinculaciones externas que crea para la
realización de múltiples procesos. Pensemos en multinacionales y comparemos las
cifras de empleo fijo que tenían hace 20 años y las que tienen ahora, veremos
que en todos los casos es mucho menor, pero ellas son más grandes hoy, en cifra
de negocios, volumen de beneficios o mercados que atienden.
No hay comentarios:
Publicar un comentario