Translate

lunes, 4 de enero de 2016

¿POR QUÉ FRACASAN LOS PROPÓSITOS FORMULADOS EN AÑO NUEVO?



Ya es una tradición, como la de comer el turrón, que llegado el año nuevo la mayoría de la gente se formula unas metas para el año que entra, las cuales normalmente abandona al poco tiempo de haber iniciado o ni siquiera intenta. ¿Cuáles son las razones de que esta catarata de objetivos fracase? A mi modo de ver son varias las razones. Vemos:

  • ·         Normalmente son objetivos demasiado clásicos y que todo el mundo formula sin pensar demasiado, simplemente por el hecho de que parecen bien. Dejar de fumar, adelgazar, aprender inglés, hacer deporte. Es decir demasiado manidos y comunes
  • ·         Se suelen enunciar demasiados objetivos a querer lograr, 4 o 5. Eso es demasiado, se dispersa la atención y la voluntad
  • ·         No suele haber ningún razonamiento ni toma de conciencia detrás del enunciado de los objetivos o metas. Simplemente lo hago porque ahora toca decirlos.
  • ·         Tampoco suele existir una clara conciencia del esfuerzo personal que debo aportar para alcanzar los objetivos. Se enuncian los objetivos de tal manera que parece que con el solo hecho de nombrarlos se cumplirán y que mi concurso, esfuerzo no va a ser necesario.
  • ·         No existe un claro compromiso con el objetivo enunciado. Se ha dicho y basta. Pero no existe un firme propósito de voluntad manifestada para lograrlo y mucho menos un plan elaborado para poder alcanzarlo

Déjenme decirles que las metas u objetivos se pueden enunciar en cualquier momento del año y tal vez el inicio del año no sea el mejor momento, hay demasiada euforia y felicidad artificial en el ambiente, lo cual  no motiva demasiado a planteamientos serios. ¿Qué debo hacer si quiero alcanzar una meta?

  • ·         Lo primero ser claramente consciente de porqué quiero alcanzarla, que beneficios me reporta y que esfuerzos debo aplicar para su logro. Toda meta lograda debe reportar claramente algún beneficio, sea tangible o intangible, pero también reporta un esfuerzo que debo aplicar. ¿Es positiva esa ecuación de esfuerzo aplicado beneficio a obtener?
  • ·         No ser desmedido en el número de objetivos que deseo alcanzar. Con uno o dos bien formulados y planificados es suficiente. Ello hace que la atención mental se centre en el objetivo enunciado. Es muy importante lograr que la mente se centre en el logro del objetivo. Esa fuerza mental que se genera es la que tirará de nosotros todas las mañanas a fin de que sigamos sumando peldaños hacia el logro del objetivo
  • ·         Tomar un compromiso personal con el alcance del objetivo. Comprometernos de verdad a que vamos a poner todos nuestros medios para el alcance del objetivo. Este compromiso no es ni más ni menos que un acuerdo personal contigo mismo, un contrato contigo mismo a que te comprometes a alcanzar la meta enunciada.
  • ·         Evaluar claramente el esfuerzo que debes aplicar. El alcance de una meta u objetivo requiere de un plan que deberá llevarse a cabo. Debes evaluar muy seriamente si dispones de fuerzas reales para llevar a cabo ese objetivo o meta. Eso te hará darte cuenta de si el objetivo es realista o por el contrario es un objetivo demasiado ambicioso que todavía no estás en disposición de alcanzar, tal vez sea mejor formular un objetivo intermedio
  • ·         Y, por último empezar ya. No dejar el inicio del alcance de la meta para más adelante. Esto debilita el esfuerzo mental necesario entre persona y objetivo (el compromiso) y hace que la meta posiblemente nunca se alcance o se posponga para quién sabe cuando
Los objetivos, su enunciado, se meditan, se planifican, no se formulan a tun-tun y por el hecho de que ha llegado una fecha en la que toca formularlos

No hay comentarios:

Publicar un comentario