Les he
preguntado a mis alumnos (24 en total) de la asignatura de emprendimiento
cuantos tenían en funcionamiento un blog. Asombrosa respuesta: NINGUNO
Verdaderamente
estos chicos viven de espaldas a la realidad. Cierto que viven en un mundo
digital pero desconocen por completo las ventajas de estar en las redes
sociales y la utilización de los blogs en su propio beneficio profesional. ¿Me
pregunto cuándo piensan darse a conocer al mundo? ¿A qué edad empezarán a
moverse para labrarse su futuro profesional?
Un blog
es una herramienta de primer orden para darse a conocer. Bastan dos cosas. Una
que exista una temática que te apasione, no importa la que sea. Deduzco que a
esta edad habrá algo que les apasione. La otra, las ganas de comunicarla, las
ganas de darla a conocer al resto del mundo. Y para ello que mejor herramienta
que la del blog, en la que, según la periodicidad que tu marques puedes
publicar tus ideas o pensamiento en torno a la temática que te emociona, que te
apasiona. Y ello siempre de forma gratuita. Lo bonito que configures el blog
depende realmente de tu imaginación, ya que tienes múltiples herramientas todas
gratuitas a tu alcance para así hacerlo.
He
llegado a la conclusión que estos chicos y chicas, nuestro futuro más
inmediato, están atacados de tres grandes males:
1. Les interesan de verdad pocas
cosas. Se presentan como de paso por las aulas. Muestran poco interés por nada
o un nulo interés por todo. Su obsesión en lugar de participar de forma activa,
cosa a la que por otra parte no están acostumbrados, es la de tomar apuntes de
lo que sea. Cualquier cosa que dices en clase pasa inmediatamente a su cuaderno
de apuntes, como si de la verdad absoluta se tratase. Supongo que luego hacen
el esfuerzo de memorizarlo, que no de razonarlo e interiorizarlo, a fin de
poder vomitarlo en un hipotético examen.
2. Están poco dispuesto a mover el
culo en su favor. Se limitan a lo mínimo de lo mínimo. De iniciativas propias,
como la del blog u otras similares, ni hablemos. Se mueven mal entre la enorme
incertidumbre que nos acecha y el entorno que les rodea lo suelen ver como un
gran peligro. Ven pocas oportunidades a su alrededor. Están muy acomodados,
posiblemente por el hecho que desde su casa les facilitan la vida y por lo
tanto toleran mala las incertidumbres y menos las frustraciones. Han tenido
pocas y lo que no saben es que la vida les dará muchas.
3. Una enorme falta de confianza.
No tienen ninguna confianza en ellos. No crean un blog por el hecho de que no
saben que decir. Cuatro años en una Facultad y no saben que decir. ¿Qué han
hecho en estos cuatro años? Vegetar, no han aprendido nada. Insisto solo es cuestión
de que te apasiones un tema. Si un tema te apasiona te preocupas de saber todo
lo que puedas del mismo. Hoy no faltan canales a través de los cuales obtener
toda la información que se desee. Y una vez lo hayas hecho empiezas a vomitar
tu pasión en un blog en la forma de post periódicos. Es la mejor forma que
tienes de contestarle a alguien que te pregunte y tú qué haces, a que te
dedicas. Le puedes decir si quieres saber quién soy yo mira mi blog, y les das
la dirección. Es un gran instrumento para encontrar posteriormente salidas
profesionales, ya que en el blog, al publicar de forma periódica dejas mucho
rastro de ti. Pero claro para eso debes tener un grado de confianza en ti mismo
Bien es
cierto que carecen de muchas de las habilidades que demanda el siglo XXI: se
expresan mal, comunican pero, sienten poca curiosidad, son poco activos, tienen
mucho miedo a hablar en público, les cuesta horrores construir argumentos.
Posiblemente será por el nefasto sistema educativo que tenemos, que solo se
ocupa de que los chicos y chicas sigan memorizando conceptos, los cuales por
otra parte se encuentran todos en Google, y se ocupa muy poco o nada, del hecho
que desarrollen habilidades que les doten para una vida profesional totalmente
distinta a la de sus padres.
Chicos, chicas, quitaros la modorra y la falta
de confianza de encima y empezar a moveros para construir vuestra trayectoria
profesional. Tenéis 20/22 años. ¿A cuando esperáis para poner la primera piedra
de vuestra trayectoria profesional? A los 40, un poco tarde no os parece
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