Translate

lunes, 3 de noviembre de 2014

CÓMO MEDIR LA MOTIVACIÓN O LOS CUATRO FENOTIPOS DE LA MOTIVACIÓN

Es sabido que motivación significa motivos en acción. Es necesario tener una causa fuerte, un objetivo determinado, para ponerse en marcha hacia el logro del mismo.
                           
Los mecanismos o variables que giran en torno a la motivación son dos:
         
·         Intensidad de la meta (la claridad y fuerza de la visión en el sueño). Esto significa que debemos preguntarnos de forma seria y profunda ¿cuál es la meta que tenemos en un horizonte próximo?  Y además si esa meta ese objetivo es fuerte, duradero, constante o por el contrario es banal, cambiante, sin sentido y sin rumbo. En este último caso la meta u objetivo no tendrá fuerza para movernos  hacia su consecución.

·         Intensidad del empeño o esfuerzo para el logro. ¿Qué estamos haciendo para conseguir esa meta o objetivo, ese sueño visionado? Nos estamos poniendo en marcha de una forma adecuada. Estamos iniciando un proceso cuyo desarrollo nos llevará my probablemente a conseguir la meta. O por el contrario no estamos dando sentido al proceso. No hacemos las cosas con coherencia o las hacemos de una forma insuficientemente fuerte y con desgana. En este segundo caso tampoco nos vale.

Utilizando estas dos variables podríamos llegar a medir “la superficie de la intensidad de la motivación”. Tendríamos diferente zonas:
  Zonas en las que la intensidad de la meta es débil pero en cambio ponemos acciones en marcha. Tiempo perdido. Nuestras acciones no serán correctas toda vez que no están presididas por el saber a dónde vamos

 
·         Zonas en las que la intensidad de la meta es fuerte pero nuestras acciones para su logro, posiblemente por no saber  trazar un camino para alcanzarla, son débiles. Esta también es una “superficie” de tiempo perdido. No lograremos nada, ya que aunque sepamos lo que queremos erramos en el modo de actuar para su logro

·         Zonas de equilibrio. En ellas se da una intensidad de la meta fuerte y una intensidad del logro, del proceso hacia la meta también fuerte. La probabilidad de lograr lo que se quiere es alta. Hay una concurrencia entre el objetivo perseguido (esta claro y definido) y las acciones o proceso que ponemos en marcha para su logro. Tenemos identificados los pasos a dar y las ayudas a solicitar


También mediante la combinación de en una matriz de estas dos variables podemos obtener cuatro fenotipos relacionados con la motivación. A saber:

 

 


·         El Volátil. Intensidad de la meta débil e intensidad del esfuerzo también débil. Esta es la típica persona víctima del sistema. Es muy probable que no llegue nunca a nada y siempre esté dando tumbos. Lo tienen atrapado el viento y las mareas.

 

·         El Alocado. Es todo acción y nada reflexión. No se para a reflexionar, a pensar, en que metas quiere alcanza, dónde quiere estar pasado un cierto tiempo. Pero eso si se pone en acción, si bien no sabe hacia dónde. También es una víctima. Puede que queme todas sus relaciones y apoyo de una manera inútil.

·         El Perezoso. Este es al contrario todo “ideas” y nada acción. Sabe positivamente dónde le gustaría estar en un plazo de tiempo, tiene metas, pero piensa que su logro lloverá del cielo. Las acciones que pone en marcha son débiles o torpes.

·         El Equilibrado. Aquí hay una coincidencia. Hay una meta fuerte y un proceso hacia el logro también fuerte e intenso. Con toda probabilidad esta persona, gracias a su claridad en el planteamiento de metas y a su esfuerzo adecuado para el logro, conseguirá el éxito.


Bueno, me gustaría recibir vuestros comentarios al respecto de si consideráis este planteamiento adecuado a fin de medir la motivación en las personas. Puede serlo, según mi opinión, entraña una metodología muy sencilla, pero en muchas ocasiones en lo sencillo está la solución

No hay comentarios:

Publicar un comentario