Dicen que
esta es la juventud mejor preparada que ha habido. Permítanme que lo ponga en
duda. Puede que en cuanto a conocimientos formales tal vez sí, pero en cuanto a
habilidades para abrirse camino profesionalmente desde luego que no. En este
sentido tienen muchas y graves carencias. Tengo, entre alumnos de la asignatura
de emprendimiento y Máster, unos 110 alumnos. Preguntados sobre cuántos tienen
registrado un dominio personal en internet (son 10 € al año), o cuantos tienen
su página web o un blog, la respuesta fue desoladora. A las dos primeras
ninguno y a la tercera un par, pero no escriben habitualmente.
Ya sé
que no es un experimento científico, pero me atrevería a decir que si
representa a la masa de nuestros estudiantes universitarios. No se dan cuenta
que con esta forma de proceder, a sus 22-25 años, forman parte indiferenciada
de una masa uniforme, Los graduados en tal cosa. ¿Y eso que les reporta? Pues
nada. Son individuos en la masa, que no se distinguen en nada. O al menos visto
desde fuera no se es capaz de distinguirlos. Son 110 individuos iguales
(graduados en algo) uniformes. A quién voy a elegir, pues a cualquiera o
ninguno
Posiblemente
ellos no tienen la culpa o toda la culpa de esta situación. Son esclavos de
creencias caducas (estudia y busca trabajo) originadas en la etapa industrial,
en la que nos educaban como clones para ir a fábricas o administraciones de
empresa. Ese trabajo ya lo hacen hoy en día robots y más que harán. Creencias
que se transmiten en el seno familiar, de la escuela y cómo no, de la
Universidad. Todo aquel que quiere dedicarse (que ama, que siente, que ve que
tiene algo de habilidades) en el contexto deportivo empieza a practicar desde
niño y va buscando ayudas y apoyos para ir abriéndose camino en el deporte
elegido. Así, a una edad temprana puede llegar a ser profesional de ese
deporte. ¿Por qué? Pues porque empezó desde pequeño a perfeccionarse y a “diferenciarse”.
Hoy, en
el siglo XXI, en 2020, hay que hacer lo mismo para encontrar el camino en tu
vida profesional. Hay que conseguir “diferenciarse” no por los estudios (estos
son una base importante) pero lo más relevante es lo que seas capaz de hacer
desde una cierta edad temprana, pongamos los 18 años. Debes elegir que quieres ser dentro de 7 u 8
años y empezar a utilizar medios (las
redes sociales son idóneas para ello) como escaparate para ir dándote a conocer
y diferenciarte de la masa. Además esta actitud te ayudará a elegir mejor los
estudios. Hoy en día y hacia adelante, los buenos trabajos son trabajos que
requieren una habilidades soft (inteligencia emocional) muy desarrollada, dando
por supuesto que ya tienes una base de conocimiento (estudios formales). Estas
habilidades soft tampoco se enseñan en ningún sitio, con lo cual nos
encontramos que nuestros jóvenes tienen otra carencia añadida.
Es
triste preguntar a esos 110 alumnos sobre dónde se ven dentro de 7 u 8 años y
solo recibir vaguedades (en marketing, en RRHH, emprendiendo). Muy pocos saben
contestar cosas concretas, concretar sus sueños. “Pues me veo como cronista
deportivo en el mundo de las motos”. No sé si es que no tienen sueños o
verdaderamente no saben qué hacer con su vida. La inmensa mayoría de los 110
esperan a terminar, rellenar un papel llamado CV y enviar muchos a ver si suena
la flauta. Craso error, en 2020 ya no se hace esto. Posiblemente obtendrás un
trabajo basura si actúas de esta forma. Lo curioso es que aquellos muy pocos
que concretan algo preciso, a sus 22-23 años no están haciendo nada por iniciar
el camino de sus sueños, por empezar a diferenciarse en ese entorno. Piensan
hacer lo mismo que los otros. Llenar un CV y ver qué pasa. Pues nada, tu sueño
no se hará realidad.
¿Qué
hacer entonces? Pues muévete, inicia el camino para construir tu marca personal,
a fin de diferenciarte de la masa. Olvida que eres un graduado o tienes un
Máster, eso la mayoría de la empresa solo lo utilizan como filtro de selección.
Hoy las empresas buscan talento, gente capaz de innovar en algún campo de la
empresa, gente capaz de ser proactiva, gente capaz de crear cosas, gente capaz
de movilizar equipos y gente capaz de solucionarles problemas. Los trabajos
interesantes y mejor pagados se encuentran en este contexto y normalmente se busca a las personas “por la
huella positiva que dejan en las redes sociales”. Este contexto de trabajos normalmente no se
encuentra enviado un CV, que por otra parte de tus capacidades reales no demuestra
ni aporta nada
·
Empieza por saber a qué te quieres dedicar, experimenta si es necesario. Pero
tienes que elegir con bastante precisión a que te quieres dedicar, al menos en
los primeros años de tu vida profesional. Pe quiero ser gestor de comunidades
virtuales en alguna empresa farmacéutica. Bien ya has dado un gran paso, ya has
elegido el foco de tu vida profesional, digamos en los próximos 7 años.
·
Acto seguido, dedica 5 o 6 meses a estudiar (cómprate libros, asiste a
conferencias, bucea por Google, habla con expertos) todo lo que tenga relación
con eso a lo que te quieres dedicar. Te habrás convertido en un experto. Por
cierto mira si hay otros en internet haciendo lo mismo sobre esa profesión a la
que te quieres dedicar. Mira lo que hacen aprende de ellos.
·
Encuentra personas que ya estén posicionadas en esa profesión. Hoy en
día con las redes sociales es fácil encontrarlas. Cítate con ellas con
cualquier excusa, invítalas a un café o a comer y charla de esa profesión.
Harás dos cosas, aprender y tener contactos.
·
Abre un dominio en internet con tu nombre, crea tu página web e
inserta un blog. Linka tu blog a Facebook, Twitter, Instragan. Date de alta en Linkedin y preséntate como un
profesional de lo que quieres ser (échale imaginación) y no te presentes como
un estudiante, uno más de la masa. Todo esto debe ser tu plataforma de
visibilidad y encuentro
·
Ten constancia, escribe todas las semanas en el blog sobre la
profesión a la que te quieres dedicar (6 meses de buceo en el conocimiento te
darán para mucho). Reenvía mediante links a Twitter, Facebook y sube todas las
fotos que pueda a Instagran de tus “actos profesionales” a los que asistes en
relación con la profesión que estás eligiendo
·
Si tienes la suerte de vivir en una ciudad grande (Madrid, Barcelona,
Valencia.etc) es muy posible que cada mes se organice algún evento relacionado
con la profesión a la que te quieres dedicar. Asiste a ellas, haz networking,
hazte tarjetas de visita con esa profesión que estás eligiendo, en la que
obviamente debe figar la dirección de tu página web. Intercambiadlas. Y si en
esos breves minutos de intercambio percibes que a tu interlocutor le podría
interesar algún post de los que has escrito o algún documento que tengas no
dudes en hacérselo llegar.
·
Trabaja muy activamente todas las herramientas (gratuitas) que hay en
internet a fin de que tu web y blog puedan posicionarse de una forma alta. Esto
ayudará mucho a que otros te encuentren
Todo
este proceso descrito permite que difundas “al mundo” lo bueno que eres en
algo, lo que servirá para generar una buena red de relaciones. Además si puedes
siempre que escribas algo en tu blog o en alguna red social, mejor hacerlo de
vez en cuando en inglés. Que vean que ese idioma no te es extraño. Para ampliar y profundizar conocimientos sobre el proceso descrito te recomiendo la web de Wilma Nuñez
¿Qué estás
haciendo? Pues ni más ni menos que sembrando el camino hacia tus sueños. Estas construyendo tu marca personal. ¿Y eso
para que me sirve? Para que te reconozcan, no como un graduado (hay millones)
sino como un experto, un referente en algo concreto y para que esas empresas
que buscan talento te encuentren. Es así como conseguirás a una edad temprana
una ocupación (fíjate que no digo trabajo) en la que estas interesado en
desarrollar tu profesión, con expectativas interesantes y posiblemente con
buena remuneración.
¿Y todo
esto cuando lo hago? Cuando acabe el grado o el Máster. NOOOOOOOOOOOO. Hazlo
ya, mejor a las 23 que a los 30 y mejor a los 20 que a los 23. Hay que entender y posiblemente tu familia no
sabe comunicártelo, ni tus profesores tampoco, que el mundo de 2020 no tiene
nada que ver con el de 1995. Ocupación hay mucha e interesante, es cuestión de
prepararte para ser encontrado e “identificado” como algún experto en esos
cientos o miles de ocupaciones que existen, o alguna nueva que tú mismo puedes
crear.
Si
consigo encontrar ocupación en aquello que me gusta y para lo cual he seguido
el proceso descrito, debo de interrumpirlo. No nunca. Debes seguir
perfeccionándolo, tu referente de experto en la red no debe darse por
finiquitado. Debes seguir aumentándolo. Ello te abrirá muchas puertas a futuro.
hasta un día en que decidas cambiar de profesión y entonces empezarás de nuevo
el proceso, pero desde cero.
¿Y si
no hago nada? Pues sigue sentado espera acabar tus estudios y haz tu CV y si
tienes suerte ocupa alguno de los miles de trabajos basura.
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