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lunes, 12 de junio de 2017

LA ECONOMÍA COLABORATIVA: EL FIN DEL MODELO DE TRABAJO QUE CONOCEMOS



El modelo de trabajo que ha dominado la era industrial, el de 40 horas semanales con sueldo fijo y creciente año a año, está tocando a su fin o solo quedará al alcance de aquellos altamente cualificados y que aporten un gran valor a la empresa en la que puedan trabajar o realmente sean necesarios
Este enorme cambio que se viene encima, que ya está aquí, es fruto por un lado de la robotización y por otro de la economía colaborativa. La robotización, que no es un fenómeno reciente, llevamos aplicando robots a la industria desde los años 50 del siglo 20. La novedad es que ahora y en un futuro inmediato los robots van a ir copando trabajos de servicios y extendiéndose de forma muy intensiva en sectores como la sanidad, la educación o la asistencia social (en especial para aquellos que se los puedan pagar)
La economía colaborativa, cuyo fenómeno data de 2010 (What's Mine Is Yours: The Rise of Collaborative Consumption, Rachel Botsman) y empieza a instalarse en 2012-2013. La economía colaborativa, conceptualmente es algo muy viejo, viene a significar yo tengo algo que me sobra (pe. habitación) y voy y te la presto o te la alquilo. Lo realmente novedoso, fruto de la era digital es que surgen empresas que crean “plataformas digitales” que gestionan, coordinan, supervisan, orientan y controlan, todo aquello que alguien está dispuesto a alquilar o prestar y otros están dispuestos a usarlos. Así surgen Uber (transporte personas), Cabifay (transporte e personal) Airbnb (pernoctaciones vacacionales) o Bla Bla Car (compartir vehículo para desplazamientos) o muchas otras. Que destaca o diferencia a estas empresas, pues que no son propietarias del bien que se usa (no tienen coches, no tienen habitaciones) y tampoco tienen en plantilla a los trabajadores que prestan o realizan el servicio (conductores, recepcionistas,etc).¿ Qué es lo que tienen? Pues una plataforma digital a la que se pueden adherir todos aquellos que quieren prestar el servicio (los conductores, los propietarios de pisos o habitaciones.etc) y a la que pueden acceder todos aquellos otros que quieren usar el servicio y dicha plataforma gestiona, controla todo el proceso de intercambio, incluido el cobro y el pago
La gran novedad que supone “esta economía colaborativa” está en que rompe el concepto tradicional de trabajo. Los que prestan los servicios o realizan el producto no están en plantilla de los propietarios de la plataforma, en definitiva de la empresa que lanza el servicio. Pasas de tener un contrato laboral (época industrial) a regirte por un contrato mercantil, tú como empleado. Lo que significa que los costes sociales son a tu cargo y en muchas ocasiones los diferentes útiles que necesitas para realizar el trabajo también los pones tú ( pe el coche o la habitación) con lo que  los gastos de mantenimiento de los mismo también corren de tu cargo
Esto supone un giro enorme en la concepción del trabajo y en la configuración del mercado de trabajo. Tu como “trabajador autónomo” para un empresa colaborativa tienes que aprender a gestionar todo el proceso de trabajo, así como aprender a gestionar tu futuro, tanto profesional como económico (piensa en tu posible pensión, como voy recogiendo para la misma)
La gran pregunta es: ¿está preparado nuestro sistema educativo para preparar a los jóvenes ante este nuevo escenario?  ¿o se está preparando nuestro marco laboral y social para este gran cambio? Creo sinceramente que no. La gran sorpresa para mucho va a ser mayúscula, cuando vena que su única salida en el mercado laboral es hacerse autónomo y prestar su fuerza laboral bajo contrato mercantil a alguna de múltiples empresa de trabajo colaborativo que ya existen y seguirán floreciendo.

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