Tú como persona te puedes ver bien, considerar que eres
brillante, inteligente, honesto, sincero, en fin lo que diríamos buena persona.
Pero lo que tú pienses de ti mismo puede contar poco. Lo que
realmente cuenta y tiene peso es los que los otros piensen y opinen de ti.
¿Te has parado alguna vez a preguntarte qué opinión tiene de
ti aquellos que te rodean, tus amigos, pareja, hijos, superiores o inferiores?
¿Te has preguntado por qué ese puesto o ascenso no lo has conseguido? Pero si
lo tenía en la mano, si soy el idóneo.
Pues no. Alguien de tu entorno no piensa lo mismo. Tiene una
opinión, un punto de vista, de ti diferente al tuyo; y ya está te ha hecho la
cama.
¿De qué forma ha hecho esto? Pues muy sencillo. Te ha
desacreditado ante otros, ante terceros. Ha empezado a divulgar su propia
opinión sobre ti. Ha empezado a restarte credibilidad, a desacreditarte.
Tú te crees honesto, pues el otro difunde acciones, hechos o
impresiones en la que apareces como deshonesto.
Tú te crees brillante, inteligente, pues el otro difunde
acciones, hechos o impresiones en la que te hace aparecer como un autentico
inútil.
Tú te crees sincero pues el otro difunde acciones, hechos o
impresiones en la que apareces como un redomado mentiroso.
El otro, pe. tu superior, no tiene nada más que ir
difundiendo “su punto de vista” sobre ti en los sitios adecuados. Y
¡zass! tu credibilidad tu imagen
a la basura. Te quedas sin el ascenso o te pueden poner de patitas en la calle.
Claro el otro, pe. tu superior puede llevar a cabo esas
acciones de una forma honesta, partiendo de las percepciones e imágenes que ha
recogido de ti, en su visión directa de tú actuación.
Pero puede también hacerlo de una forma mal intencionado,
con la insana intención de destruirte, te puede considerar su enemigo o que le entorpeces en su ascenso. Él sabe
que no eres así de perverso pero difunde, extiende una imagen tuya tremendamente
negativa. Lo hace con intención de destruirte.
A propósito os recomiendo ver Enemigo Público (Tony Scott, 1998). En esta
película se ilustra perfectamente lo que os he tratado de comunicar en estas
pocas palabras.
¿Es posible recomponer vuestra imagen? Os dejo la respuesta a vosotros. ¿Qué harías
si os encontráis en una situación parecida?