No sé
si los alumnos que yo tengo en mi facultad son representativos de algo, pero si
lo son entonces hay un problema importante en nuestra juventud. Me relacionaré
con alrededor de unos 130 alumnos, este cuatrimestre, entre los diferentes
cursos que llevo. Les hago a todos la misma pregunta. ¿Cuántos tienen un blog o
están en Linkedin o Twitter o utilizan Youtube para darse a conocer? Responden
como mucho unos 6 o 7. ¿Me pregunto en qué mundo viven? En cuanto escarbas un
poco te das cuenta que las “creencias” inculcadas posiblemente en la familia,
colegio y como no la universidad, pesan
mucho. Tienen a mi juicio, entre otros, dos graves problemas:
·
Uno, que siguen creyendo que viven en la sociedad industrial. Estudia
y encontrarás trabajo. Esto ya no es cierto. Claro que hay que estudiar y
formarse, principalmente en aquello en lo que consideras que eres bueno y te
gusta. El problema está en que muchos no saben porque están en esa carrera. No
comprenden que estudiar ya no es suficiente, es una variable de selección, pero
no determinante.
- Creen que al acabar o próximos a acabar con enviar un CV en papel se obrará el milagro. Pues no, el milagro ya no se obrará, los CV en papel ya no tienen ningún valor o al menos no lo tienen si quieres conseguir un trabajo que te permita un desarrollo profesional interesante y poder ganarte la vida aceptablemente. El CV en papel no dice nada de quien eres, como piensas, como te comportas. Para dejar esa huella es necesario darse a conocer. ¿Y cómo? Muy sencillo, en la sociedad de la información y el conocimiento es necesario que desde edad temprana, pongamos los 18 años, te empieces a dar a conocer, en lo profesional, en tus gustos y aficiones, y para ello tienes a tu alcance los medios tecnológicos actuales (los blogs, las redes sociales profesionales y YouTube)
Es necesario que vayas adquiriendo lo que se
denomina “visibilidad” en esos medios. Si
tú has empezado a tener presencia en esos medios, digamos que hablando
de la informática, que es lo que te gusta y estas cursando una carrera
relacionada con la misma, cuando tienes 22 o 23 años y vas a terminar, tú ya
has dejado una importante huella. Las empresas pueden rastrearte y “conocer esa
huella”. Entonces es muy posible que “te busquen, te encuentren” y entres a
colaborar, trabajar o participar en alguna de ellas.
- · El otro problema es que no se consideran preparados ni capaces de nada. Les falta una enorme confianza en si mismos y una gran dosis de autoestima. No comprenden que ya llevan algún tiempo en la universidad, y algo habrán aprendido. Si eso coincide con sus gustos, aficiones, capacidades y a poco que se molesten a buscar conocimientos afines por Internet, se pueden convertir en pequeños “expertos” en temas que pueden ser novedosos para otros muchos, los cuales ni tienen esos conocimientos, ni se han molestado en buscarlos por la red. Ese saber, aún cuando sea pequeño, lo pueden explotar en las redes sociales profesionales, en su blog.
Es muy
urgente abrir los ojos a nuestra juventud, arrancarles las creencias que les
pesan como una losa y animarles desde muy temprano a que tomen conciencia de
que una visibilidad en la red es imprescindible para abrirse camino
profesionalmente en la actualidad.
Los
tiempos actuales y los siguientes serán para aquellos que tengan la habilidad
de generar una importante “visibilidad” en la red. Esa visibilidad les hace
confiables y ambas cosas es lo que conducirá a esas personas a tener que buscar
cada vez menos y a ser encontradas cada vez más
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