A
menudo, en mi actividad de mentorizar a emprendedores se me acercan posibles
emprendedores que están “solos”. En mi opinión esto es un error por varias
razones, pero se me ocurren dos muy significativas. Una estar solo en una
actividad de emprendimiento es muy duro. Hay momentos de auténtico agobio y
confusión. Y la segunda, la más importante, uno solo no sabe de todo en el “universo
complejo de crear una empresa”. Puede saber de alguna cosa pero lo faltarán
otros conocimientos y habilidades que le resultarán imprescindibles.
Si te
quedas solo posiblemente solo llegarás a ser un triste autónomo que venderá su
fuerza de trabajo a tontas y a locas. Será casi imposible que puedas configurar
una estructura capaz de producir, vender, ser gestionada y todo ello con
beneficios y visos de crecimiento.
Crear
una empresa es una tarea compleja. La empresa desde el principio debe contar
con un entramado que la permita funcionar y cumplir sus objetivos. Para ello se
necesita desde el inicio “tres perfiles” de personas que resultan
imprescindibles. A saber:
·
El que entiende de las claves del negocio que se quiere crear. El que
es capaz de modelizar la idea, darle una forma y entender cómo funciona. El que
entienden el mercado en el que se mete, conoce la posible competencia y tiene
claro el “valor diferencial que se ofrece”. Normalmente este perfil lo
encontraremos en aquella persona que haya estudiado empresariales o ramas
afines.
·
El que entiende de tecnología, si el informático. Hoy en día toda idea
pasa por alguna plataforma tecnológica y en algunos casos la misma es el
corazón del funcionamiento del negocio. Esta persona será posiblemente, con
enorme esfuerzo la de crear las primeras soluciones y acabar construyendo la
idea de negocio, la cual probablemente tuvo el anterior o modelizó el anterior.
Obviamente este perfil lo proporciona una persona formada en laguna de las
ramas de la informática o de la ingeniería de telecomunicaciones
·
El que entiende del cliente. A quién nos dirigimos, que carencias
tiene, que le duele, como llegamos a él, a través de que canales. Es la persona
que en primera instancia se relaciona con el mercado y conoce su funcionamiento
y forma de entrar en él, por ejemplo a través de crear mensajes o campañas de
comunicación. Este perfil normalmente lo encontramos en personas formadas en
marketing o en temas afines relacionado con lo comercial.
¿Y el
financiero? Si hay algún alma caritativa al principio bienvenido sea. Pero en
general para arrancar de la nada una posible empresa no es necesario un gran
capital. La mayoría de las ideas se pueden arrancar entre 10.000 € y 60.000 €.
Ya sabéis para esta fase inicial habrá que acudir a los locos, que suelen ser
los familiares y los amigos más verdaderos.
Los
tres perfiles mencionados deberán funcionar como un equipo con visiones y
objetivos comunes. Este trío de perfiles si será capaz de dar cuerpo al embrión
de una empresa y si consiguen arrancar podrán presentar su proyecto a roda de
financiadores. Y a partir de ahí escalar en recursos y actividad