En un
entorno profesional de enorme complejidad como el actual en el que existen
miles de profesionales iguales (médicos, fontaneros, carpinteros, profesores,
arquitectos, ingenieros.etc) difícilmente distinguibles unos de otros, la gran
pregunta que surge es cómo te gustaría ser reconocido. Obviamente esto tiene
todo que ver con la marca personal. Las empresas, en un entorno de altísima
competitividad y de comunicación horizontal amplia, se esfuerzan, invierten
dinero en construir una marca. La marca las distingue, les da notoriedad,
solidez, confianza en el público y seguridad. Cuando uno compra un Mercedes
sabe que está comprando algo más que un coche, compra distinción, mucha
seguridad y alta confortabilidad.
Pues
bien las personas para ser reconocidas, destacadas de la masa tendrían que
hacer algo parecido, construir su propia marca personal. ¿Y eso como se hace?
No parece muy complicado.
Primero identifícate como personas con 4 atributos
con los que te sientas cómodo, que te pertenecen, que eres tú. Los atributos
son cualidades que te dotan específicamente para una forma de relacionarte y
trabajar. Por ejemplo si te identificas con: flexibilidad, comunicativo, líder,
diligente, le estás diciendo al mundo que eres una persona enormemente
adaptable, capaz de relacionarte y poner proyectos en marcha. Ahí es nada.
Segundo. ¿Qué hacer con esos atributos? Los
atributos pasan a ser parte de tu personalidad y como tal se deben transformar
en identificativos de tu comportamiento y conducta. Toda acción, conducta o
comportamiento que emprendas deberá estar presidida por esos atributos. A
fuerza de ser constante en una misma conducta que continuamente transmite los
atributos elegidos estos empiezan a ser reconocidos por la gente. Llegará un
momento en que la gente te reconocerá como líder o como persona flexible o
comunicativa. Habrás conseguido tu objetivo, serás portador de una marca
personal
Tercero. Hemos visto en el punto anterior que los
atributos no deben ser guardados en el cajón, deben pasar a formar parte de tu
yo, de tu forma de ser y comportamiento. Por lo tanto hay quedarles toda la
publicidad que se pueda. Precisamente la conducta es un buen vocero, la misma
puede dejar trazas, rastros constantes de los atributos elegidos. Otra forma
adecuada es de dar a conocer tus atributos es proceder a escribir un blog. En
el blog vuelcas lo más personal de ti, vuelcas tus ideas, tu forma de pensar,
en otras palabaras constantemente pueden aparecer los atributos elegidos