Estimado lector que ahora estás ojeando
estas líneas ¿te has preguntado alguna vez si tu perfil profesional se cotiza en el
mercado? Si, no te quedes perplejo, no pongas esa cara de sorpresa, ¿te lo has
preguntado alguna vez?
Si ahora te quedases en el paro, o bien
estuvieses pensando en cambiar de trabajo ¿te has preguntado si te sería fácil
o difícil encontrar otro trabajo y si tu salario iría al alza o a la baja?
Te preguntarás posiblemente ¿pero de que
me están hablando? De algo muy sencillo, hablamos de la empleabilidad.
Te lo explico con una definición
sencilla. La empleabilidad es la capacidad que debe tener el ser humano de gestionar su propia trayectoria
intelectual, emocional y profesional, de tal forma que dichas variables sean
cada vez, con cada trabajo, más ricas y de mayor valor para la persona.
Se puede decir más sencillo,
empleabilidad es la capacidad del ser humano de gestionar su propio destino, de
llegar él donde quiera y no estar en manos de los vaivenes del viento y las
incertidumbres políticas, económicas o sociales.
Ahora cabrían posiblemente dos
preguntas, que tal vez estimado lector te estás haciendo. Una ¿por qué es
necesario gestionar la empleabilidad? y
otra ¿eso como se hace?
Respondamos a la primera. Desde hace
algún tiempo, pongamos a partir de los años 80 del siglo pasado, las empresas
fueron renunciando a poder garantizar niveles de empleo de por vida. Incluso
las grandes corporaciones japonesas, Sony, Sanyo, Toyota, Honda.etc, que tenían
a gala y a modo diferenciador cuidar del empleado desde que entraba en la
corporación hasta que dejaba la vida laboral activa, tuvieron a principios del
2.000 que renunciar a este compromiso.
Por lo tanto, en la actualidad y
presumiblemente en el futuro, lo de hacer una carrera en una empresa, estar 20
años en ella no es un hecho que a priori se de por sentado y entre en los
esquemas de la empresa y posiblemente ni en los esquemas del empleado.
¿Qué se puede en la actualidad hacer
carrera en una empresa? Por supuesto, pero ahí también juega la empleabilidad.
Pero lo más probable es que la empresa tenga que hacer reajustes de plantilla
en determinados momentos económicos, lo estamos viendo este año, muchas grandes
empresas están expulsando empleo al objeto de retomar la senda del crecimiento
por parte de la empresa.
Además puede que a ti, estimado lector,
no te apetezca estar 20 años en una misma empresa, ni siquiera 6 años. ¿Por
qué? Sencillo, por haber agotado el techo del aprendizaje en la empresa. Y aquí
está uno de los secretos de la empleabilidad, el aprendizaje continuo.
Además te tengo que decir sinceramente
que los trabajos interesantes, de valor, aquellos que traen aparejados altos retos
profesionales, elevadas responsabilidades y por lo tanto elevados salarios no
son tantos como parecen. Los puestos de nivel en las empresas no abundan y
suelen estar ocupados y los que están en
ellos obviamente no se quieren ir. Hay que competir duro por ellos. Hay que
desearlo y estar dispuesto a conseguirlo. Ahí esta otra pieza clave de la
empleabilidad
Vemos hoy en día mucho trabajo mil
eurista o inferior. Pero nos preguntamos qué valor aportan a la empresa esos
empleados y que reto tiene el trabajo para la persona. Posiblemente son sustituibles
en su trabajo. Aquí reside otra clave de la empleabilidad. Si tu trabajo lo
puede hacer cualquier otro eres sustituible y por lo tanto no aportas un valor
a la empresa. No aportas conocimientos, habilidades y actitudes diferenciales.
El pensamiento que les puede venir a la
cabeza a muchos es ¿qué futuro me espera?, ¿qué puedo hacer?, ¿después de los
estudios qué? Te diré estimado lector que no hay milagros, pero gestionar tu
empleabilidad puede ser una buena herramienta.
Y aquí viene la respuesta a la segunda
pregunta que planteamos al principio, ¿y eso como se hace? Ya dimos algunas
pistas sobre la empleabilidad (desea las cosas con pasión, busca trabajos en
los que puedas realizar un aprendizaje continuo y ascendente, no descuides tu
formación continuada, ten dominio sobre tus emociones). Ahora proponemos unas pautas
de cómo ensamblar la gestión de esas variables.
La gestión de la empleabilidad se
sustenta en la gestión de un proyecto personal de vida profesional y afectiva. Es
importante aprender desde temprana edad dónde están mis fortalezas y
debilidades y articular un proyecto personal en torno a ello. Para lo cual se
pueden seguir las siguientes reglas:
.
- Aprende a escucharte y a observarte a ti mismo. En fin, aprende a conocerte. ¿Y eso como se hace? Presta atención a lo que haces y con quién estas.Cuando estás ocupado estudiando o trabajando, obsérvate. ¿Qué es lo que te resulta fácil, agradable? Te resulta fácil memorizar, o más bien razonar, te gusta lo analítico o lo espacial, eres un hacha en números o más bien en el razonamiento lógico verbal, disfrutas escribiendo o por el contrario hablando. En fin aquí tienes unas pistas, que si sabes oírlas te irán indicando el camino en torno a “cuáles son tus habilidades y capacidades”Lo mismo ocurre cuando estás con otros. Te gusta relacionarte con otros o por el contrario prefieres estar solo. Te sientes mejor cuando siempre puedes participar en la reunión o estar mejor escuchando, eres de los que siempre organizan a la pandilla o por el contrario vas dónde dicen. En fin aquí tienes otras pistas.
- Sueña, visualiza dónde quieres llegar en qué situación personal y profesional te gustaría haber llegado cuando revises tú vida, por allí treinta años más adelante. Haz un esfuerzo en visualizarlo. Te gustaría ser una persona reconocida profesionalmente o más bien amas la vida más sosegada, prefieres haber contribuido a ayudar a los demás, o quisieras haber dado la vuelta al mundo o por el contrario te gusta mucho la relación con los otros..etc. De esa visualización y sueño podrás obtener claves de hacía donde orientar tu trayectoria profesional y personal.Compara si tus habilidades “que has descubierto” coinciden con las exigidas por tu sueño. Si es así enhorabuena. En caso contrario trata de ajustarlas
- Crea un círculo de relaciones. Cultiva desde niño las relaciones con otros y conserva sus direcciones, teléfonos e-mail. Con toda persona que mantengas una relación profesional o personal trata de conservar sus datos y al menos una vez al año refresca su contacto. Le puedes enviar una felicitación por Navidad. Ese círculo de relaciones que ahora te puede parecer insignificante, es un gran paracaídas y una gran catapulta.Nadie consigue nada en la vida por sí solo. Alguien te tiene que ayudar, dar el empuje creer en ti o avalarte en un momento dado. Ahí reside una clave importante de tu desarrollo personal y profesional. Alguien de ese círculo de relaciones puede apostar por ti en un momento dado o también te puede sacar de “un agujero negro” en otras circunstancias.
- Domina lo emocional. Muestra siempre actitudes activas y positivas, empápate de ilusión y deseo por lo que haces y por lo que quieres lograr. A nadie le gusta relacionarse con una persona amargada y triste. Haz de lo emocional una herramienta de relación positiva
- Elige un camino, elige como vas a llegar desde dónde estás hasta ese sitio “soñando y visualizado” ¿Llegarás de inmediato? Posiblemente no. Es más posiblemente sufrirás y te decepcionarás por el camino. Sentirás muchas veces deseos de tirar la toalla.
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